...Y el impávido cuervo osado aún sigue, sigue posado
en el pálido busto de Palas que hay encima del portal;
y su mirada aguileña es la de un demonio que sueña,
cuya sombra el candil en el suelo proyecta fantasmal;
y mi alma, de esa sombra que allí flota fantasmal,
no se alzará... ¡Nunca más!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario